Matrimonio infantil otra desigualdad de género

Matrimonio infantil otra desigualdad de género

Por: Teresa Valdés

Por desgracia, se ha hecho bastante común enterarse de un  matrimonio infantil donde con anuencia familiar,  casan a las niñas antes de cumplir 18 años. En México, los matrimonios infantiles constituyen un problema visible en todo el país y  ocurren con mayor frecuencia en Guerrero, donde se registra uno de cada cinco, le siguen Estado de México, Michoacán, Nuevo León y Sinaloa.https://plan-international.es/

A menudo, el matrimonio infantil es el resultado de una arraigada desigualdad de género, lo cual afecta a niñas y adolescentes femeninas  de manera desproporcionada.

Según datos del INEGI, aproximadamente  326 mil  mujeres mexicanas fueron robadas en contra de su voluntad para casarse, mientras que a  193 mil las casaron a cambio de dinero, propiedades o regalos a sus padres para que celebraran “matrimonios arreglados”.

Es un tema mundial. Entre las niñas que crecen en América Latina y el Caribe, el 29% son víctimas del matrimonio infantil, en comparación con el 18% en Asia oriental y el pacífico, el 15% en los Estados Árabes, y el 11% en  Europa Oriental y Asia Central.

Resulta una curiosidad que, a escala internacional, la tasa del matrimonio infantil de los niños y adolescentes  varones equivale a tan solo a una quinta parte en comparación con las niñas. https://www.unicef.org

En Ahome, Sinaloa, una niña de nueve años fue casada con un hombre de 43 años en 2010. En ese mismo estado, una joven de 16 años se tuvo que casar con un anciano de 83 en 2014. Entre 2010 y 2016 se registraron oficialmente 17 matrimonios de hombres mayores de 60 años con niñas que llegaban a tener hasta 14 años.

En seisestados: Sinaloa, Guerrero, Nuevo León, Michoacán, Campeche y Chihuahua, las niñas de las zonas rurales tienen el doble de probabilidades de estar casadas en comparación con las niñas de las zonas urbanas. https://laverdadjuarez.com/

Durante las gestiones de las  organizaciones femeninas que trabajan en la prevención de los  embarazos infantiles y de adolescentes, muchas veces, emergen los casos del matrimonio infantil consensuado, con independencia de las leyes aprobadas desde 2014 en el artículo  45 de la Ley General de Niñas, Niños y Adolescentes.

De ahí, la propuesta de la Colectiva 50+1 capítulo Colima, que plantea a las instancias  federales, la necesidad de desarrollar una campaña de información más precisa, como un paso crucial para proteger a las niñas y adolescentes femeninas que están expuestas a esas malas decisiones ajenas a su voluntad.

Asimismo, argumentan las feministas, la urgencia de fomentar la cultura de la denuncia tanto en padres, madres y demás familiares a las Procuradurías de Protección de Niñas Niños y Adolescentes, que deben  proporcionar información oportuna  sobre las leyes vigentes y las penas establecidas por ley, en forma pronta expedita.

Urgen acciones  para complementar la puesta en vigor de la Reforma al Código Penal Federal de 8 de mayo 2023, que castiga hasta con 22 años de cárcel por el delito: matrimonio infantil y la cohabitación forzada, a quien obligue, coaccione, socialice, gestione u oferte una o varias personas menores a unirse de manera informal o formalmente en matrimonio con o sin su consentimiento y, además, se impondrán de mil a 2 mil 500 días de multa.

El patriarcado continua presente en la impunidad de esas violencias de género, cultural y estructural, muy vigentes en ese momento atroz cuando se realiza  la venta de la niña o la adolescente, que se encubre con el manto del matrimonio  desigual, como un contrato económico, donde la moneda de cambio es un ser humano. ¡Basta ni una más!.

Fuente: semmexico.mx

El miedo es femenino

El miedo es femenino

Por: Patricia Armendáriz

“Quiero registrar mis muñecas típicas como mi invento”, me dijo recientemente una amiga. Y me solicitó una cita para pedirme ayuda de qué hacer. Cuando comprendí lo que quería, le dije: “no necesitas mi ayuda. Todo lo que tienes que hacer es iniciar en línea tu registro como propiedad intelectual. ¿Por qué no lo has hecho?”. “Por miedo”, me contestó.

Me he encontrado en varias situaciones con mujeres creativas que no emprenden algo por miedo. Como si el miedo fuera la excusa de sus vidas que automáticamente les impide continuar con un emprendimiento, aun cuando tienen evidencia de que éste ha sido exitoso. El miedo para muchas mujeres, más que en los hombres, es como una muralla invisible más poderosa que cualquier deseo de salir adelante. Como el coco al que le temíamos de niñas.

El miedo es producto de la ansiedad y ésta a su vez es producto del estrés. Y está comprobado que las mujeres desarrollamos desde pequeñas mayor vulnerabilidad ante situaciones de estrés que nos generan ansiedad.

Los estudiosos del tema atribuyen diferentes causas a esta diferencia de género que hace que las mujeres seamos más reactivas al estrés que los hombres. Las más alarmantes se refieren principalmente a la manera en que las niñas somos criadas a diferencia de los niños. Está demostrado que nuestros padres nos transmiten nuestra naturaleza de debilidad siendo sobreprotectores con nosotras, a diferencia de los varones a quienes los incitan a tomar más riesgos “porque son hombres”.

Así, entramos en nuestra edad adulta con un hándicap de género: nuestra ansiedad producida por el estrés y, por tanto, nuestro miedo y aversión a tomar riesgos. Este fenómeno se ha acentuado aun más con el progreso de la tecnología, cuya adopción siempre implica más riesgo, y con un continuo rezago femenino.

Otra razón por la que las mujeres somos sujetas a más ansiedad, estrés y miedo es el abuso constante por parte del mundo masculino, que en el extremo nos ha mostrado como el género más víctima de violencia, abuso sexual y muerte. El resultado más preocupante es nuestra inclusión en el mundo laboral, donde el miedo y la ansiedad nos resta productividad e impide nuestra igualdad.

Mientras ambos factores, la educación familiar y el abuso masculino, no puedan ser corregidos, lo único que queda por hacer es crear políticas de atención a la salud mental femenina, consistentes y disponibles. Solamente así la sociedad podrá favorecerse de nuestra inclusión laboral con su máximo potencial, por el bien de las mujeres y de la economía en su conjunto.

Fuente: milenio.com

https://www.milenio.com/opinion/patricia-armendariz/consciencia/el-miedo-es-femenino

Fuente: milenio.com

https://www.milenio.com/opinion/patricia-armendariz/consciencia/el-miedo-es-femenino
María Clemente: La violencia verbal no es cuestión de percepción

María Clemente: La violencia verbal no es cuestión de percepción

Por: Saraí Aguilar

Cada quien se asume como mejor le parece, bien dicen. Y esto lo aplicó a la perfección la diputada por Morena, María Clemente García.

“Yo sí, yo sí me asumo, soy una perra del presidente Andrés Manuel López Obrador”, presumió la morenista.

Esto lo dijo posterior a ser señalada en un video que circula en redes sociales, en el que se ve a García llamando “amarren a sus perras”, “mugrosa”, “naca”, “pobre” y “enana” a otras legisladoras de la oposición.

Pese a la evidencia grabada, la morenista negó que le hubiera dicho “perras” a las legisladoras: “Me parece que se están poniendo el saco, que nadie les dijo eso, pero si ellas creen así, o así se sienten, ese ya no es un problema mío”.

Y si bien después añadió contexto de que defendía como “perra” la 4T, al parecer la diputada poco o nada conoce de la lucha histórica de las mujeres contra la estigmatización por medio de nombres de animales de forma despectiva.

“Zorra”, “perra”, “cerda”, “víbora”, “cerda”, “está pariendo como coneja”, “parece gata en celo”, son tan solo algunos de los insultos especistas misóginos con que las mujeres lidiamos día a día.

Pero para la diputada, sentirse aludidos es cuestión de percepción.

Esto puede ser señalado como especismo. Según la RAE, se entiende como “la discriminación de los animales por considerarlos especies inferiores”. Y si bien es de uso generalizado el ofender de esta forma, y hay insultos homófobos y clasistas, esto se recrudece cuando de mujeres se trata.

Sería conveniente que la diputada conociera la incidencia y repercusiones de la violencia verbal, que “es aquella en la que se pretende dañar a otra persona con un mensaje o un discurso. Puede contener insultos o palabras tabú, ya que para producir malestar psicológico no es esencial utilizar esa clase de recursos.

Puede producir ansiedad y busca dañar la autoestima y la imagen de la otra persona” (CuentaNos.org).

De hecho, la violencia verbal en un escalón previo a la violencia física. Según datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021 del INEGI, al menos el 39.9% de las mujeres de 15 años o más han sufrido violencia a lo largo de su actual o última relación. El tipo de violencia que predominó, en situación de pareja, fue la psicológica con 35.4 por ciento.

Este tipo de violencia está definida así por la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en su Artículo sexto: “Cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica, que puede consistir en: negligencia, abandono, descuido reiterado, celotipia, insultos, humillaciones, devaluación, marginación, indiferencia, infidelidad, comparaciones destructivas, rechazo, restricción a la autodeterminación y amenazas, las cuales conllevan a la víctima a la depresión, al aislamiento, a la devaluación de su autoestima e incluso al suicidio”.

Pero bueno, para la diputada estas mujeres solo deberían cambiar su percepción y no sentirse vulneradas… buena recomendación para las miles de mujeres que terminan muertas a manos de violentadores.

¿Ve, diputada como no todo es autopercepción?

Fuente: mujeresmas.com.mx

Desplegar 34 mil agentes no resuelve el tema migratorio

Desplegar 34 mil agentes no resuelve el tema migratorio

Por: Eunice Rendón

La última semana diversos sucesos han puesto nuevamente el tema migratorio en la agenda mediática. Mientras que en mayo-junio hubo una baja de casi el 50% de los flujos migratorios debido a las amenazas y el despliegue de seguridad fronterizo puesto en marcha por el fin del Título 42, a partir de julio las llegadas de migrantes han aumentado sensiblemente, incluyendo nuevas rutas. Como respuesta, Ferromex anunció la suspensión de las operaciones de 60 trenes de carga, presuntamente con la intención de salvaguardar la vida de los migrantes y evitar que corran riesgos. A esto, se suma el subsecuente comunicado de las autoridades migratorias proponiendo acciones conjuntas para controlar el incremento de los flujos migratorios. Varios puntos que subrayar al respecto: por un lado, los trenes han sido utilizados por los migrantes desde hace mucho tiempo y es hasta ahora que la empresa manifiesta preocupación y suspensión. Por el otro, suspender los trenes y contribuir a la detención de migrantes y su regreso al sur del país no resuelve el problema de fondo. La decisión genera preocupación entre los migrantes. Roberto, de Venezuela, comentó: nos preocupa que frenen los trenes, ya que en este transporte evitamos cobros indebidos de funcionarios y extorsiones de grupos criminales en el camino”.

También, hace algunos días cerca de dos mil migrantes irrumpieron en las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), ubicadas en Tapachula. Este evento evidencia la desesperación que muchos migrantes experimentan al quedarse varados en el sur del país, a causa de la tardanza que existe en los procesos de solicitud de refugio en nuestro país. Trámites que deberían tardar máximo tres meses, se extienden hasta más de un año. La angustia se agudiza en aquellos que viajan en núcleo familiar, otra de las características de los flujos migratorios que han ido en aumento en los últimos años. La Comar esta desbordada a pesar del apoyo que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados le brinda. Tan solo en lo que va de 2023, se han registrado más de 90 mil solicitudes de refugio; de continuar esta tendencia, en 2023 se superará el récord histórico, con cerca de 140 mil peticiones. A pesar de esta realidad, seguimos sin que los legisladores destinen un mayor presupuesto al fortalecimiento de la política de refugio en nuestro país. La diputada Rosa M. González Azcárraga, quien encabeza la Comisión de Migración en la Cámara de Diputados, parece estar más concentrada en su campaña personal que en los migrantes y sus necesidades. También, para evitar aglomeraciones como las que se han dado en últimas fechas, hacen falta más oficinas de la Comar en diferentes ciudades del país. Muchos migrantes se ven obligados a dar seguimiento a sus trámites en estados y regiones alejados de los lugares en los que cuentan con familiares o redes de apoyo. Una colaboración más estrecha y coordinada con el Instiututo Nacional de Migración sin lugar a duda resultaría deseable y podría ser útil para la despresurización de casos. Muchos de los solicitantes no quieren quedarse en México, solo se registran para poder transitar con mayor seguridad por el país.

Finalmente, la oleada de cerca de 4 mil migrantes que cruzaron en el punto fronterizo de Eagle Pass y el anuncio de la llegada de entre 4 mil y 8 mil personas más en los próximos días, derivaron en una declaratoria de emergencia y el cierre del puente de las Américas, lo que, entre otras cosas, es una alerta para otros puntos fronterizos.

Resulta preocupante el uso político de los migrantes que desde hace un tiempo vienen haciendo varios gobernantes contendientes del partido republicano. México, presionado por las autoridades estadounidenses, sigue permitiendo que deporten a personas de otros países al nuestro y cuenta con más de 34 mil efectivos de seguridad dedicados al tema migratorio. Seguimos priorizando la política de securitización sin que hasta ahora haya logrado disminuir el fenómeno, porque los factores de empuje siguen presentes y en aumento en los países de origen.

Ante este panorama, más vale repensar las acciones y la colaboración con el vecino país del norte, para evitar ser el muro de contención migrante sin nada más que ofrecer. Elnearshoring y la necesidad de mano de obra del sector empresarial, tanto en Estados Unidos como en México, debería contribuir a generar modelos más empáticos, seguros, ordenados y productivos que permitan conectar la oferta con la demanda, con menos riesgos de por medio para las personas y en beneficio de todos. De otra forma, la situación actual seguirá empeorando.

Fuente: eluniversal.com.mx

A igual trabajo, igual pago

A igual trabajo, igual pago

Por: Aurora Aguilar

Hay una anécdota de mi hermana menor que durante años nos hizo reír pero que viene al caso para escribir estas líneasMi padre nos daba unas monedas para comprar algo a la hora del recreo escolar. A mi hermana pequeña le daba menos dinero que a mí, por ejemplo, que soy la hermana mayor. Ante esto, un día ella, apenas alumna de kínder le preguntó a papá la razón de la desigualdad y él respondió que era porque nosotros éramos más grandes. Su adorable e irrefutable respuesta fue: sí, pero las cocas cuestan igual.

Y sí; lo viví muchos años después cuando en mi primera promoción, mi jefe me ascendió de cargo, pero con la condición de entregar el diferencial de sueldo a un compañero titular de una subdelegación. La razón fue: “él tiene una familia que mantener”. Mi pensamiento fue: “¿y mis hijas comen aire?”. Durante casi un año el diferencial fue para ese hombre.

Las cifras mundiales demuestran la imperiosa necesidad de seguir insistiendo en el tema de la lucha por el combate a la brecha salarial. Por ello, la asamblea general de la ONU estableció que, a partir del 18 de septiembre de 2020, se conmemoraría de ese año en delante como el “Día Internacional de la Igualdad Salarial”.

De acuerdo a cifras de la la Coalición Internacional para la Igualdad Salarial (EPIC, por sus siglas en inglés), organismo dirigido por la OIT, ONU Mujeres y otros, cuyo objetivo es lograr la igualdad de remuneración entre mujeres y hombres en todo el mundo (NU, 2021), por cada 77 centavos que gana una mujer, el hombre gana un dólar completo por un trabajo de igual valor. Es decir, en promedio a nivel global, la brecha salarial es de 23 %.

Ahora, a nivel nacional, los resultados indican que los esfuerzos por lograr igualdad salarial no solo no son exitosos, sino que esa brecha se amplía para infortunio y pauperización de la clase laboral femenina. Según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022 del INEGI, en el periodo de un trimestre, un hombre gana 10 mil 204 pesos más que una mujer, monto 13 % mayor a la diferencia que existía en 2020. Según esos mismos datos, el ingreso promedio en 2022 para las mujeres fue de 19 mil 81 pesos por trimestre, mientras que para los hombres fue de 29 mil 285 pesos.

Es sintomático que, con la progresividad de la edad, la brecha se amplía. Entre 12 y 19 años es cuando las personas ganan menos dinero y la brecha fue en 2022 de dos mil 262 pesos y 30 %; de 20 a 29 años, siete mil 260 pesos y 28 %; de 30 a 39 años 12, mil 994 pesos y 35 %; de 40 a 49 años 12 mil 667 pesos y 34 %. Por último, de por sí la edad es factor altamente discriminante para cualquier persona que busca un trabajo, pues en el caso de las mujeres es aún mayor la dificultad. En el grupo de 50 a 59 años, la brecha es de 14 mil 295 y 38 %. Arriba de los 60 años, la brecha se mantiene en 12 mil 410 pesos y 41 %. Ellas, mientras más vulnerables, más pobres.

En el marco del siglo de las mujeres, los datos oficiales indican que en México el reto en algunos aspectos es aún mayor que hace 23 años. ¿Qué hacer para que los datos arriba expuestos se reviertan? Las y los legisladores han establecido principios legales tendientes a la igualdad salarial, pero se sigue ampliando la brecha. Esto significa que son los empleadores quienes perpetúan la cultura machista de reconocer en mayor grado a los hombres que a las mujeres.

Es fundamental que se deje de preguntar en los procesos de contratación cuánto era el ingreso en el empleo anterior. Los puestos deben tener intrínsecas las condiciones salariales y de beneficios laborales independientemente de quiénes los ocupen; también en las promociones se pueden aplicar los exámenes de forma anónima para que el sexo no influya en la decisión y evaluar periódicamente el estatus y condiciones de la organización al respecto, entre otras acciones. En el caso de los programas sociales, una pensión diferenciada a favor de ellas, podría equilibrar las condiciones de vida y abatir la desigualdad.

Hay avances en algunos espacios, como el abierto de tenis de los Estados Unidos que otorga premios iguales tanto en categoría masculina como femenina, gracias al activismo de la gran tenista Billie Jean King, entre otros ejemplos. Al final, independientemente de la edad o sexo, como decía lúcida y sabiamente mi hermana a sus cortísimos cinco años: “las cocas cuestan igual”.

En el marco del siglo de las mujeres, los datos oficiales indican que en México el reto en algunos aspectos es aún mayor que hace 23 años. ¿Qué hacer para que los datos arriba expuestos se reviertan?.

Fuente: elsoldetlaxcala.com.mx