En cualquier país del mundo una señal de alerta social es el alto índice de maltrato animal, ya que está comprobado que existe una clara vinculación de conductas delictivas agresivas con la posibilidad de haber maltrato gravemente a un animal en el pasado, es decir, el maltrato animal es el primer paso en la escala de conductas violentas.

México se encuentra entre los primeros tres países con más casos de maltrato animal en donde uno de cada 10 animales sufre algún tipo de maltrato. En la Ciudad de México un estimado de 500 mil perros y gatos son abandonados y de acuerdo con la Brigada de Vigilancia Animal, en 2023 se registraron 359 denuncias por maltrato animal.

El pasado 27 de marzo de 2024 se publicó en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México las reformas que derogan y adicionan diversas disposiciones de la Ley de Protección a los Animales de la Ciudad de México, empezando por el cambio de denominación a “Ley de Protección y Bienestar de los Animales de la Cuidad de México”.

Estas reformas y modificaciones reconocen a los animales como seres sintientes a quienes se les debe brindar protección integral, las autoridades de la Ciudad de México, Secretaria de Medio Ambiente, Secretaria de Salud, Secretaria de Seguridad Ciudadana y alcaldías son las responsables de asegurar su bienestar.

Una de las modificaciones, es la regulación de las pensiones de animales, veterinarias, hospitales, escuelas de adiestramiento y paseadores, esta última ha sido unas de las exigencias constantes a raíz de los casos de abuso y maltrato que ocurren con frecuencia.

Otro punto importante de la presente Ley es la eutanasia a los animales por lesiones que no puedan ser atendidas y les provoque dolor o sufrimiento o por enfermedades graves, incurables que no puedan ser atendidas, pero en ningún caso se podrá aplicar en animales sanos.

La Ley también establece la obligación de la persona que tenga mascotas de registrarlas en el Registro de Animales de Compañía (RUAC) con la finalidad de tener un registro único, es importante mencionar que esta disposición no es nueva pues ya había sido aprobada tiempo antes.

El RUAC ha causado mucha confusión entre quienes tienen animales de compañía, pues a pesar de que el objetivo del registro es llevar a cabo un censo y tener control sobre los datos de los animales de compañía, aún no están claras cuáles serán las acciones que se llevarán a cabo con la información obtenida.

Por otra parte, la sanción para quienes no registren a sus animales de compañía van desde los 2 mil 800 pesos, hasta los 3 mil 360 pesos, previendo la posibilidad de arresto de la persona infractora de entre 24 y 36 horas.

Es importante mencionar que si bien es cierto la Ley obliga a los propietarios de animales a registrarlos en el RUAC y que en caso de no hacerlo serán acreedores a las sanciones mencionadas anteriormente, la Ley no contempla un plazo límite para llevar a cabo el registro, es decir, podría existir la imposibilidad de aplicar una sanción, ya que el registro se puede llevar a cabo en cualquier momento.

La creación de herramientas legales para prevenir y sancionar el maltrato animal es un gran paso, sin embargo, en la mayoría de las ocasiones no se aplica la norma y por tanto la ley pasa a segundo término.

En la Ciudad de México las penas para quienes maltraten a un animal van de 6 meses a 2 años de prisión, el gran problema es que las denuncias por este delito son escazas, además de la atención deficiente en muchos casos por parte de las autoridades.

Desde el aparato gubernamental de la Ciudad de México es necesario trabajar en políticas públicas que permitan llevar a cabo acciones encaminadas a la protección y bienestar animal, así como campañas de sensibilización para la población, específicamente para la infancia y en los centros escolares.

Es imperativo que las alcaldías tomen responsabilidad y compromiso al respecto y se comprometan con el bienestar animal, ya que actualmente la mayoría de ellas destinan poco o nulo presupuesto para la atención territorial de la población animal, las campañas de esterilización son escazas y las acciones para los perros y gatos que viven en las calles son verdaderamente inexistentes.

Cada día el compromiso desde la sociedad civil contra el maltrato animal va en incremento, no son tiempos de tolerar la indiferencia de las autoridades ante este grave problema, seguiremos alzando la voz por una agenda de bienestar animal no solo en la Ciudad de México, si no en todas las entidades federativas.

Fuente: parentesislegal.com