Por: Maura Arredondo

Elhuracán OTIS categorizado con nivel 5 tocó tierra en Guerrero y dejó una estela de destrucción y trágicas historias de pérdidas humanas y económicas en infraestructura.

Conforme pasan los días de la fatídica catástrofe natural por las costas de Guerrero, sucede el embate de narrativas sobre el tamaño de la tragedia, el único consenso posible es que existe una oportunidad para corregir el rumbo del modelo de desarrollo turístico aplicado en las últimas décadas en este Estado, que cuenta con el mayor índice de marginación de todo el país, según datos del CONAPO (2020). Y por otro lado, tenemos claro que como sucede en cualquier crisis, habrá quienes tengan mayor oportunidad de recuperarse, incluso, de crecer. Las empresas constructoras, proveedoras de materiales de construcción como acero, cemento, entre otros insumos, que puedan participar en la recuperación del puerto. 

Observamos que frente a este desastre, diversas organizaciones públicas, privadas, ONGs, la academia y la sociedad civil nos hemos unido en un esfuerzo conjunto para asistir a las y los damnificados y así poder emprender acciones necesarias para la recuperación de las zonas afectadas, reafirmando nuestro compromiso por apoyarlos y unir esfuerzos para que la ayuda llegue a quienes más lo necesitan.

Los últimos años han estado marcados por un intenso activismo de las mujeres en México y en América Latina, a través de movimientos que han puesto en el centro de la agenda pública la necesidad de ampliar los derechos humanos. Es por ello, que presido Fundación Vanguardia Humanitaria por México A.C. (VAHUMEX), la cual nace en 2013 ante la necesidad brindar asistencia social solidaria, sin fines de lucro, que con calidad y calidez asiste a las personas más necesitadas, contribuyendo al mejoramiento de su calidad de vida. Esta asociación se conforma por un voluntariado dinámico y participativo que se suma a la ayuda humanitaria para conformar una sociedad con desarrollo social y buscado que impulse a las mujeres.

Asimismo, soy Coordinadora Nacional de Comunicación Social de la Colectiva Nacional 50+1, un grupo de mujeres políticas, académicas, activistas y especialistas con una amplia trayectoria y experiencia, que apoyan e impulsan por medio de mecanismos de empoderamiento a las mujeres que participan activamente en los espacios de decisión.

Con ambas organizaciones de la sociedad civil acudí a los municipios de Acapulco de Juárez y Coyuca de Benítez, trabajando arduamente para apoyar a través de donaciones, apoyo logístico y horas de voluntariado. Colaboramos con diversas organizaciones, e hicimos una campaña a nivel nacional e internacional de recolecta de víveres para apoyar en dichas causas. Estamos muy orgullosas de que pudimos traspasar fronteras y logramos que se sumaran a los esfuerzos para apoyar a Guerrero en estos momentos.

Pudimos ver qué #UnidasSomosMásFuertes y podemos lograr grandes cosas, toda vez que en nuestra primer entrega fue en el poblado de Ejido Viejo en el municipio de Coyuca de Benítez, beneficiando a 500 familias, asimismo otras 500 familias recibieron ayuda humanitaria en la colonia Altos de la Jardín y la Colonia Progreso, en Acapulco de Juárez.

“Los daños materiales son devastadores, no tenemos agua, no tenemos luz, pero estamos sanos y salvos”, nos comentó Ángeles, quien también agregó “¡La casa se movía como si fuera un sismo y así estuvo durante dos horas!”, añadió que debió resguardarse con sus hijos en el baño, “Así es como nos salvamos”, agregó.

Nos disponíamos a descansar, nos encontrábamos en la cama. Los vidrios empezaron a tronar muchísimo y nos resguardamos con barricadas que hicieron los niños y mi esposo, cuando tronaron las ventanas sentíamos las partículas de vidrio en el aire”, dijo con la voz entrecortada Carmen.

“Entre los escombros, las ramas de árboles y palmeras, los autos varados, los vidrios rotos, los tinacos y las láminas, los vecinos nos abrimos paso para recuperar algo de valor de nuestras casas”, afirmó Estela aún con lágrimas en los ojos al mostrarnos como quedó su casa destrozada.

La niña Erika, nos relató como la creciente del río creció le arrebató a “manchitas” de sus brazos, su mascotita desde hace 4 años, “Veía a lo lejos sus ojitos brillantes y con miedo mientras el agua iba desapareciendo su rastro”, pero se empieza a iluminar su rostro cuando nos cuenta finalmente “¡No se cómo lo logró, pero al otro día regresó a lo que era nuestro hogar!”.

Estas son sólo algunas de las muchas historias que nos fueron diciendo las familias que fueron afectadas por este huracán que cambiará la historia de Guerrero y de México.

Muchas de las personas coinciden en algo, la fuerza de sus vientos era tan estruendosa que oían a un monstruo soplar y soplar por encima de ellos. Martha exclama “¡Cuando quiero cerrar los ojos para dormirme, vuelvo a escucharlo y siento que me volverá a atacar!”, preguntamos, ¿A quién te refieres? Y ella responde aún con susto en su mirada “Me refiero al monstruo que nos atacó y que se llama OTIS”.

Como sociedad civil sigamos apoyando a Guerrero, porque SÍ que nos necesitan para levantarse y dejando en el pasado este desastre que los marcará por siempre.

Fuente: nxnoticias.com