La búsqueda incansable de las madres

Por: Maura Arredondo

En México han desaparecido más de 100 mil personas desde1964, esta situación adversa de seguridad ha obligado a cientos de mujeres a darse a la tarea de buscarlos #HastaEncontrarles, porque detrás de cada desaparición forzada hay una madre, un padre, una hermana, hermano, una esposa, esposo y/o amigos buscándoles y no pierden las esperanzas de encontrarles, ya sea vivos o muertos.

Sin embargo, miles de madres se encuentran desesperadas por la ola de violencia que se vive y ha incrementado vertiginosamente en el país. Recientemente, fuimos partícipes de como las madres buscadoras de varios colectivos, han hecho un llamado a un “acuerdo de paz” a nueve cárteles del crimen organizado para que cesen los conflictos armados y se erradique la desaparición forzada de personas. El proceso es difícil, largo y muchas veces peligroso, por eso las madres buscadoras saben que no lo deben hacer solas y buscan organizaciones que las arropen y acompañen en el proceso.

Aunado a la inseguridad, estas madres se enfrentan al sistema jurídico que les pone una barrera, en cuanto a que no tienen un acceso a la justicia, a la verdad, y a la memoria, y se tienen que acercar a personas que les orienten para seguir su camino jurídico. Este problema sistemático ha reemplazado la vida cotidiana de miles de personas por una de incertidumbre, de duelo continuo y búsqueda incansable. No sólo hay una brecha acentuada para acceder a sus derechos, sino que también han sido criminalizadas en el proceso.

“Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, es la consigna que escuchamos en cada marcha para exigir justicia, miles de familias mexicanas piden la búsqueda digna y la presentación con vida de cada uno de las y los desaparecidos. Se trata de mujeres movilizadas por la esperanza que recorren enormes distancias buscando a sus hijas e hijos por ciudades, pueblos, carreteras, ríos y montañas hasta dar con las fosas clandestinas. La búsqueda de personas desaparecidas requiere de una gran preparación, pues se trata no sólo de caminar largas distancias sino conocer a fondo los procedimientos oficiales de las instituciones involucradas. Se trata, además, de un acompañamiento solidario que procura el bienestar psicosocial de las personas que integran a los colectivos. Las madres buscadoras, por otro lado, necesitan espacios de contención que les ayuden a procurar su propio bienestar y combatir la revictimización a la que se enfrentan. En el proceso de búsqueda lo primero que te encuentras es la discriminación por parte de dependencias y funcionarios públicos”, Ana Paula, comenta que le dijeron: “Seguro su niña se fue con el novio y el chavo estaba con el narco, señora”.

Violeta Rumbo buscaba a su sobrino Carlos: “Yo pensaba que lo íbamos a encontrar rápido. Creí que los secuestradores nos iban a contactar de nuevo, pero nos mintieron. Creí que las autoridades lo iban a encontrar, pero no lo han hecho”. Recuerdo como si fuera ayer, que mientras velábamos el cuerpo de Viole #QEPD. Fue en la funeraria su hermano recibió la tan anhelada llamada “Encontramos restos que coinciden con el ADN de Carlos”. Ella ya no estaba viva para darle cristiana sepultura, pero estoy segura de que están juntos en ese lugar, donde no existe la maldad, acompañando a sus seres queridos en este duelo doble.

Nuestras hijas e hijos son mucho más que cifras o documentos archivados en una congeladora. Por eso necesitamos saber cómo defendernos, organizarnos y acompañar los procesos de otras familias. Buscar a una persona en carreteras y ríos es algo que nadie tendría que verse obligado a hacer. Y sin embargo es la realidad de miles de madres mexicanas. Los colectivos familiares de búsqueda son el único faro de luz ante la desaparición forzada que desde hace décadas ha atormentado al país. Estos muestran el camino, y, sobre todo, enseñan a otras familias, qué hacer al enfrentar la dura realidad que los destroza. Esta unión de luchas es la que les permite seguir adelante y les da fuerzas para mantenerse de pie sin decaer.

Hoy por hoy, las madres buscadoras mexicanas son un ejemplo de la resiliencia. Estas mujeres apuestan por la vida y trabajan todos los días para sanar su dolor, haciendo una labor que nadie más hará por ellas: encontrar a las personas que nos faltan. A pesar del gran trabajo que realizan, estas madres buscadoras han expresado que su esperanza es que en el futuro no sean necesarios más grupos de búsqueda, porque en los cambios sociales que requiere el país está la construcción de justicia y paz, afrontando la violencia sistémica del despojo del territorio, el cobro de piso, la desaparición forzada, el contrabando de armas y de drogas, así como la violencia contra la mujer.

¿No sabes qué impulsa a una madre buscadora? Te recomiendo buscar la película RUIDO, la cual retrata hechos latentes y dolorosos en una sociedad, pero es necesario para hacernos conscientes de dichas situaciones #TienesQueVerla. Finalmente no puedo terminar este artículo sin rendir tributo a las madres buscadoras Teresa Magueyal, María del Carmen Vázquez, Blanca Esmeralda Gallardo, Lilian Rosario Rodríguez, Ana Luisa Garduño, Gladys Aranza Ramos, Mario del Rosario Zavala, Miriam Rodríguez y Marisela Escobedo que fueron asesinadas por no ceder a su lucha incansable de encontrar a sus hijas e hijos y en ello se les fue la vida #JusticiaParaLasMadresBuscadoras.

Fuente: nxnoticias.com

Síguenos en Twitter

Síguenos en Facebook

Notas relacionadas

Las alertas que fueron ignoradas

Las alertas que fueron ignoradas

Se ha concretado el golpe contra el Poder Judicial; por más que lo justifiquen los militantes de Morena, no resolverá los pendientes para mejorar el acceso a la justicia; de hecho, será peor. No hubo consenso, fue una imposición típica de una fuerza hegemónica. Lo...

Las verdades de la reforma al Poder Judicial

Las verdades de la reforma al Poder Judicial

La reforma judicial ha dejado de ser una mera aspiración para convertirse en una ineludible realidad en nuestro país, independientemente de las opiniones que puedan surgir. Este proceso marca el inicio de un cambio profundo en nuestro sistema de justicia, orientado a...