Actualmente en México conocemos diversas agrupaciones de mujeres empresarias, como es el caso del Consejo Nacional de Mujeres Empresarias, mismo que anualmente realiza el “Foro del día de la mujer empresaria”, dentro de la Cámara de Diputados, con la participación de legisladoras, empresarias y activistas; con el relevante propósito de promover políticas públicas que redunden en el apoyo gubernativo para que las mujeres se inserten más significativa y sólidamente en el emprendimiento de empresas que mejoren su situación económica personal y familiar.
En este foro del día de la mujer empresaria del 2023, se analizaron interesantes estadísticas encontrando los siguientes datos; de los 4.5 millones de Mipymes que reporta el INEGI de los sectores de manufacturas, comercio y servicios al público en general (esteticas y salones de belleza, lavanderías, talleres de costura, fondas, cocinas, bienes raíces, consultorios, cafeterías, etc ), resulta que 1.6 millones de establecimientos son liderados por una mujer. Estas cifras reflejan que las mujeres se han venido insertando gradualmente en la economía del emprendimiento como propietarias activas.
Analizando más en detalle, observamos que las mujeres propietarias se dedicaron al comercio en 5 de cada 10 establecimientos, a los servicios en 4 de cada 10 y a las manufacturas en 1 de cada 10. Hay que hacer notar que estos negocios son los más pequeños y la propietaria que se encuentra al frente de ellos, está usando su tiempo personal de manera laboral para el negocio, más aún en el caso de ser cabeza de familia, donde las implicaciones inevitables de sus emprendimientos han sido mayormente complicadas para sacar adelante a la familia.
Aunque el emprendimiento femenino crece, es relevante reconocer que las condiciones de los establecimientos son demasiado precarias, y su aspiración a desarrollar y consolidar los negocios es casi una ilusión, infortunadamente operan en niveles de supervivencia y no cuentan con capacidad de invertir para mejorar sus locales, su equipamiento de trabajo, mobiliarios, su funcionalidad, sus mecanismos de administración, como una computadora y un software apropiado a su giro económico. Lo cual las lleva a una administración no profesional y por tanto menos eficiente.
¿Que se necesita para que las mujeres emprendedoras mejoren realmente en número y en condiciones de éxito económico?
Ésta es la parte más urgente e importante de atender para realmente empoderar no solo en cuestiones de actitud, sino de apoyos financieros de parte del gobierno, tomando en cuenta que estos establecimientos generan muchos empleos para las comunidades urbanas y semiurbanas; se requieren pequeños préstamos sin intereses o muy bajos, para mejorar la funcionalidad de los establecimientos.
Requieren que las alcaldías de la CDMX, así como presidentes municipales de los diferentes estados al interior del país, atiendan, asesoren, faciliten trámites reglamentarios y que no les apliquen las leyes como si fueran medianos o grandes establecimientos, pues no se debe tratar igual a los desiguales, los micro y pequeños negocios no tienen capacidad administrativa para resolver trámites diversos. Requieren los emprendimientos femeninos; comprensión, solidaridad, empatía y equidad.
De otra manera no podrán desarrollarse en nada y seguirán siendo negocios de pura supervivencia por un máximo de 3 años según estadísticas de la Organización para la cooperación y el Desarrollo Económico.
Las mujeres por sí mismas SÍ desean emprender, empoderadas para querer hacerlo ya están, pero es necesario que los organismos empresariales y las autoridades locales hagan más labor de apoyo en conocimientos, con incubaciones de negocios, con capacitaciones diversas, con programas de financiamientos, con facilidades de trámites, con bajos impuestos temporales que permitan que los micro y pequeños emprendimientos femeninos se capitalicen a corto y mediano plazo, y cuando eso suceda ya tengan capacidad para pagar impuestos razonables que no ahorquen a los establecimientos.
Aplicar la perspectiva de género a las mujeres que emprenden es fundamental para apoyar al sector poblacional más lastimado por siglos. Debemos reconocer que las mujeres sacan adelante a las familias igual o mejor que los mismos hombres. La historia así lo comprueba.
Legislar para promulgar La Ley del Emprendimiento, en la cual se establezcan los indispensables apoyos para la creación y el desarrollo de emprendimientos fomentará que muchas empresas surjan, que muchísimas mujeres cuenten con un mejor horizonte de vida y de realización personal, el mismo país será beneficiado cuando las familias mejoren sus condiciones en general. Aspirar a una movilidad en la escala social es totalmente legítimo y elogiable, apoyar a las mujeres a lograr esos propósitos es deber legal y moral de los sectores de gobierno, no hacerlo es una omisión muy lamentable.
Fuente: heraldodemexico.com.mx