Libertad para Narges Mohammadi, Nobel de la Paz 2023

Libertad para Narges Mohammadi, Nobel de la Paz 2023

Por: Angélica de la Peña

En la historia de la emancipación de las mujeres ha habido muchísimas heroínas quienes han luchado por nuestros derechos. Las transgresoras de lo establecido lo han dado todo, consecuentes a sus ideales, que son los de las mujeres. Congruentes en su cuestionamiento a una orden de opresión decretada por los hombres, muchas mujeres son asesinadas e invisibilizadas. Pero su aporte ha venido cimentando la vindicación de los derechos de otras. Todas ellas han sido víctimas de crímenes de odio.

Con la constitución de la ONU se ha puesto al respeto a los derechos humanos y de los derechos de las niñas y de las mujeres como un objetivo sine quanon para alcanzar la paz. Por la labor periodística, así como la presencia de las organizaciones no gubernamentales, se constata el sometimiento que desde el Estado sobreviven mujeres en distintas partes del mundo. Hoy podemos conocer las condiciones de represión y de asesinatos perpetrados por quienes usan el poder para controlarnos, también observamos con preocupación la poca influencia de los organismos multilaterales para prevenir estos crímenes.

Las pruebas son muchas: la violencia misógina, la mutilación de los genitales de las niñas, la prohibición a que accedan a la educación o que salgan solas de su casa, y la obligación del uso del velo, o hiyab, son evidencias de la violación a sus derechos humanos. Estos crímenes sistemáticos deberían estar inscritos como crímenes contra la humanidad porque son perpetrados por el Estado al encarcelarlas, violarlas y asesinarlas cuando desobedecen esos controles.

Así conocimos a la joven de 22 años Mahsa Amini, quien fue detenida en 2022 por la Policía de la moral iraní por no portar el hiyab; por la tortura que sufrió, muere en el hospital. Su asesinato motiva a una gran protesta que es reprimida salvajemente por la autoridad iraní.

En este contexto el mundo conoce a una activista iraní emblemáticamente valiente: Narges Mohammadi, quien ha sigo distinguida con el Premio Nobel de la Paz 2023. El Comité Noruego del Nobel reconoce su trayectoria porque “desea honrar su valiente lucha por los derechos humanos, la libertad y la democracia en Irán. Es un reconocimiento a los cientos de miles de personas que el año pasado se manifestaron contra las políticas de discriminación y opresión del régimen teocrático contra las mujeres”.

La historia de Narges Mohammadi de 51 años es reconocida por su tenacidad. En el marco de este Premio sabemos que su lucha ha sido constante y no ha cejado a pesar de que ha sido sido aprendida en muchas ocasiones y ha recibido decenas de latigazos; hoy purga una condena de 10 años y su estado de salud es precario.

Con el Nobel de la Paz a Narges el mundo debe poner atención al sufrimiento de las mujeres en Irán. Exigir la libertad de Mohammadi también es exigir la derogación de las causas de la represión cotidiana contra las mujeres.

A pesar de los avances en el derecho internacional, las mujeres siguen sufriendo misoginia, represión y crueldad por ser mujeres. Las mujeres somos humanas y tenemos los mismos derechos que los hombres; ¿hasta cuándo los hombres en el poder teocrático lo entenderán?

La aspiración de vernos como una sola familia humana como lo señala el prefacio de la Declaración Universal de los Derechos Humanos sigue siendo un buen proyecto a alcanzar ¡Por la vida y la libertad de Narges Mohammad!

Fuente: elsoldemexico.com.mx

Nos faltan 26

Nos faltan 26

Por: Ana Lilia Herrera

Si no es un simple amago para negociar políticamente, la fractura política de Morena podría incidir positivamente en la sociedad y atenuar el carácter centralista, electorero y deficitario del Paquete Económico que pretende aprobar la mayoría oficialista en la Cámara de Diputados, para el último año del sexenio.

El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) que elabora el Ejecutivo Federal, debe aprobarse cada año en San Lázaro. Se requieren la mitad de los 500 votos más uno, cifra que superan las y los legisladores de los partidos Morena, Verde Ecologista y del Trabajo, quienes hoy suman 274, de forma que no requieren un solo voto de la oposición e incluso se ufanan de “no cambiarle ni una coma” a la propuesta presidencial, como han cumplido puntualmente cada año de este sexenio agonizante.

En días pasados, al menos 40 diputados federales integrantes de la organización “El camino de México” que inició Marcelo Ebrard, anunciaron que promoverían ajustes y reasignaciones por 20 mil millones de pesos al PEF 2024.

Con esa ilusión en la mente y el anhelo de que su rebeldía tenga una causa concreta que no distinga ideologías, utilizo este espacio para recordarles que, si bien la niñez no vota, invertir en Educación Inicial para niñas y niños de 0 a 3 años, es un mandato constitucional ignorado desde 2019 en el presupuesto federal y podría reivindicar la la aberración de Morena y su gobierno, al desaparecer las Estancias Infantiles.

La Educación Inicial es uno de los grandes pendientes en el sistema educativo mexicano: porque promueve el desarrollo de habilidades cognitivas, motrices, sociales, emocionales y de comunicación en una etapa irrepetible y fundamental de la vida, pero también por la magnitud del reto, pues tan solo en 2020, las cifras del INEGI nos advierten la existencia de casi 10 millones de niñas y niños de 0 a 4 años, en tanto que la Secretaría de Educación Pública solo alcanzó una cobertura de 217 mil 391 menores inscritos en el ciclo escolar 2022-2023, de los cuales 6 de cada 10, corresponden a instituciones privadas.

La buena noticia es que el Banco Mundial, en coordinación con la SEP, desarrolló recientemente una herramienta de focalización para guiar la urgente y necesaria expansión de la oferta de educación inicial, a fin de que México pueda dar tiros de precisión y atender a población de 0 a 3 años en función del Índice de rezago social, población económicamente activa de mujeres; embarazo temprano-adolescente; y detectando porcentajes de infancias sin atención con respecto a la población total.

¿De qué tamaño es el reto? Sunny A. Villa, especialista del Banco Mundial, nos explicó esta semana en la Cámara de Diputados, que “en 2023, el presupuesto para educación inicial es de 28 mil 280 millones de pesos (incluyendo gasto del IMSS ISSSTE), lo que representa el 0.47% del gasto programable y 0.09% del PIB.

La expansión priorizada de la cobertura de educación inicial –agregó- implica un costo estimado que va de 150 mdp a 3,624 mdp, beneficiando a un rango de 27,612 a 309,383 infancias y expandir 12% la mediana de los servicios de educación inicial en municipios priorizados, le costaría al país apenas 0.012% del PIB 2023”.

Lograrlo, exige la voluntad y la valentía de al menos 26 diputados de los 40 que son afines a Ebrard. ¿Se rebelarán contra el autoritarismo que impone lo mismo presupuestos que candidaturas, para incidir positiva y sustantivamente en la vida de cientos de miles de niños y niñas en México?

Algunos en la mayoría oficialista todavía creen que es un honor estar con el señor, pero el Paquete Económico 2024 ilustra muy bien un sexenio fallido: ingresos a la baja, aumento del gasto y un incremento de la deuda que efectivamente, hacen historia: México tendrá el mayor déficit fiscal de las finanzas públicas en dos décadas y una deuda impagable con millones de niñas y niños a quienes les han quitado vacunas, medicamentos, alimentación y hoy incluso, los contenidos de los libros de texto. Es injustificable.

Fuente: eluniversal.com.mx

Por un sistema de cuidados 

Por un sistema de cuidados 

Por: Claudia Corichi

Entre los temas que mayor interés concita la amplia agenda de género se encuentra visibilizar la importancia de los cuidados tanto en su aportación a la economía, el trabajo no remunerado o el tiempo que se dedica a ello. En esa labor el Inegi ha desarrollado un papel encomiable al proveer datos y cifras que nos ayudan a identificar la situación actual y los retos presentes; los resultados de la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo que se publica cada cinco años son un botón de muestra.

Este martes se presentó la primera edición de la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (Enasic) que se ocupa esencialmente de conocer la demanda de cuidados de una población que agrupa en personas con discapacidad o dependientes, niñez y adolescencia y personas adultas mayores; la suma de esa población es de 58 millones que requieren cuidados. ¿Quiénes son las responsables de atenderlos, asistirlos y brindar apoyo? Un total de 32 millones de personas de las que 75% son mujeres y un 8% son hombres.

Dos terceras partes de los hogares del país tienen al menos una persona que pertenece a la población objetivo de cuidados. Es prácticamente el mismo número (29 millones) de mujeres que de hombres quienes son susceptibles de recibir asistencia y apoyo. Pero no todas lo reciben: 21 millones de personas se encuentran sin ningún tipo de cuidado por parte de algún familiar o persona conocida.

Las mujeres que son cuidadoras principales (que pertenecen al propio hogar) dedicaron, en promedio, 38.9 horas a la semana a esa labor. En el caso de los hombres cuidadores principales, el promedio fue de 30.6 horas, una brecha de más de ocho horas semanales incluso en este ámbito.

De acuerdo con el Inegi 15.2 millones de niñas, niños y adolescentes de entre 8 y 14 años “brindaron cuidados”, con una mayor proporción de mujeres. Según el organismo, lo anterior significa que, desde temprana edad, el involucramiento de las niñas y adolescentes mujeres en el trabajo de cuidados no remunerado es mayor que el de los niños y adolescentes hombres. El dato es revelador de por qué existe una percepción incluso cultural de que las mujeres por naturaleza debemos ser las cuidadoras.

La Enasic mide también el impacto sobre la carga de cuidados. 39.1 % de las mujeres señalaron que debido a los cuidados que brindan se “sienten cansadas”, el 31.7% dijo que tenía “disminución de tiempo de sueño” y 22.7 por ciento “sentirse irritada”; un 16.3 % informó “sentirse deprimida” y 12.7 % “ha visto afectada su salud física”.

El 91.3% de las personas encuestadas dijo estar en desacuerdo de que el cuidado de quienes integran un hogar es solo responsabilidad de la mujer, lo que puede significar un primer cambio cultural.

Este es un primer vistazo a un insumo que resulta fundamental para conocer en detalle el universo de los cuidados en los hogares de México. El instrumento fue diseñado para apoyar la construcción y desarrollo de un Sistema Nacional de Cuidados cuya discusión está en pausa en el Senado.

Las y los tomadores de decisiones encontrarán en este estudio información útil y pertinente para impulsar en definitiva un Estado cuidador que no siga dejando este tema en los hombros de las mujeres y lo que ello conlleva, para empezar a cerrar brechas.

Fuente: elsoldemexico.com.mx

El México que todas queremos

El México que todas queremos

Por: Mirelle Montes

Tenemos una gran oportunidad a partir de 2024, que México tenga una primer mujer presidenta y no la debemos desaprovechar, pero también hay que preguntarnos, ¿Cuál es el objetivo de llegar? ¿Qué buscamos? ¿Qué queremos? y ¿Cómo vemos a México?, para así plantear soluciones con una perspectiva distinta, porque, participar por participar no es un motivo válido, y eso no representa la agenda de las mujeres que hoy buscan influir en la vida pública del país.

Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS5) se plantea la participación plena de las mujeres, incluyendo su rol activo en el liderazgo en todos los espacios del poder político, además de la igualdad de oportunidades, pues ello promueve sociedades más inclusivas e igualitarias, ayudando al fortalecimiento de las democracias.

Las mujeres nos hemos puesto en marcha, hoy estamos creando un nuevo espacio social, político y económico; y sí, estamos reivindicando la política, por justicia y por derecho, incorporando las perspectivas de las mujeres sobre los asuntos públicos, construyendo sociedades abiertas y plurales donde todas las voces sean escuchadas.

Hoy México tiene grandes problemas, grandes desafíos que, con la visión distinta de una mujer, también puede tener diferentes soluciones, eso es lo que realmente importa, identificar las problemáticas para así ofrecer respuestas a la ciudadanía, lo cual en los últimos años no ha pasado.

Las mujeres del Partido Acción Nacional, con un liderazgo como el de Xóchitl Gálvez trabajamos e impulsamos una agenda que incluye algunos puntos que menciono a continuación y con ellos buscamos tener un mejor país:

1. Recuperar las estancias infantiles.

2. Recuperar las escuelas de tiempo completo.

3. Garantizar la igualdad salarial entre mujeres y hombres.

4. Promover un régimen laboral flexible para facilitar el desarrollo profesional y la vida familiar tanto de mujeres como hombres.

5. Impulsar programas integrales de apoyo para mujeres embarazadas.

6. Crear programas de financiamiento y capacitación para emprendedoras.

7. Construir un sistema nacional de cuidados con cobertura universal, de calidad y equidad.

8. Diseñar un nuevo modelo de centros de atención para mujeres víctimas de violencia.

9. Incrementar los presupuestos de las Fiscalías especializadas en delitos de violencia contra mujeres.

10. Incrementar un presupuesto para la detección temprana y la atención del cáncer de mama y cérvico-úterino.

Estas, son solo algunos temas a los que debemos dar respuesta para buscar un mejor México y, propuestas a las que las mujeres podamos dar un seguimiento puntual porque lo importante es comprometernos a cambiar las cosas, hacer de México uno mejor del que encontramos, y que sigamos conquistando espacios, teniendo siempre claro que en el lugar al que lleguemos hay que dejar nuestro sello, nuestra esencia y con ello un granito de arena para resolver poco a poco, los grandes problemas de nuestro país.

Es momento de actuar y trabajar, es momento de las mujeres, de mujeres echadas para adelante, de mujeres Xingonas, de pensar en plural. Sigamos construyendo con ímpetu, con constancia, con lucha, con perseverancia y con entrega, porque el México que todas queremos requiere nuestra voz, porque como refiere mi querida Yndira Sandoval, “Todas Votamos, Todas Contamos, Todas al Poder”.

Fuente: eloccidental.com.mx

Navegando sin rumbo: la crisis de la política exterior mexicana

Navegando sin rumbo: la crisis de la política exterior mexicana

Por: Brenda Estefan

En las circunstancias globales actuales, en las que hay un gran reacomodo del poder global, el brusco vaivén geopolítico hace que algunos navíos pierdan el rumbo y naufraguen, por lo que los países requieren un hábil timonel que con firmeza guíe el barco.

La política exterior no es un accesorio del gobierno; se trata de una herramienta fundamental para avanzar los intereses de un país y sus ciudadanos. Una política exterior bien entendida debe fortalecer la prosperidad nacional: los acuerdos comerciales y las alianzas económicas son clave para impulsar el crecimiento; la inversión extranjera directa genera empleos y derrama de divisas; y los mercados internacionales ofrecen oportunidades de crecimiento para las empresas nacionales. Además, en un mundo interconectado, la cooperación con otros países en materia de seguridad e inteligencia permite prevenir amenazas a la seguridad nacional; y el intercambio de información facilita la comprensión y atención de fenómenos transnacionales como la migración o el cambio climático. Adicionalmente, la política exterior permite a un país promover sus valores fundamentales y obtener apoyo para iniciativas específicas que sean de su interés; sin olvidar que el diálogo y la búsqueda de acuerdos siempre serán una alternativa preferible a los conflictos armados.

La forma en que un país se comporta en la escena internacional influye de manera relevante en su imagen y reputación global. Una política exterior coherente y respetuosa del derecho internacional fortalece la credibilidad de un país y amplía sus espacios de negociación, lo que es aún de mayor importancia cuando las aguas globales son turbulentas y los cambios inevitables.

Pero para que la política exterior sea realmente eficiente y cumpla con su deber, se requieren al menos dos elementos: visión y recursos humanos y financieros. Desgraciadamente, hoy en Palacio Nacional no se entiende para qué sirve la política exterior y, por tanto, no hay visión, y mucho menos recursos. La austeridad está matando de inanición al músculo diplomático mexicano; hoy no contamos con la infraestructura necesaria para impulsar a México y su visión en la escala global.

Desde el inicio de este gobierno, hace ya cinco años, la política exterior no ha reflejado de forma consistente nuestros intereses nacionales. En las semanas recientes, los ejemplos se han acumulado. A las ausencias ya habituales de López Obrador en los grandes foros internacionales, como la Cumbre del G20 y la Asamblea General de la ONU, se sumó la cancelación de la participación del presidente en la Cumbre del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC), que se desarrollará en San Francisco la próxima semana, con el argumento de que “no tenemos relaciones” con Perú, país que este año preside el Foro.

La ausencia de López Obrador en este espacio y su negativa, a inicios de este año, a traspasar la presidencia de la Alianza del Pacífico a Perú, son solo dos ejemplos de la nefasta costumbre de la actual administración de manipular el principio de “no intervención” de la política exterior mexicana, para utilizarlo de manera intermitente de acuerdo a la ideología de los gobiernos. Ademas de Perú, a la vista están los casos de BoliviaVenezuela Nicaragua. Cuando las decisiones diplomáticas reflejan los intereses de una persona o un grupo de personas y no una visión de Estado, no podemos ni siquiera hablar de que haya una política exterior sino en todo caso un club de amigos; este es el caso.

Sumado a estos desatinos, la semana pasada tuvimos el episodio de “México se suma, luego no se suma, al G77 + China”. Ante la sorpresa de muchos de nosotros, que consideramos que México estructuralmente no tiene lógica como miembro de este grupo de países y que sería anacrónico volver a sus filas, el pasado viernes 15 de septiembre en Cuba, la Canciller Alicia Bárcena, en su intervención en la Cumbre del Grupo, expresó el interés de México por reincorporarse a “los debates y los empeños” de esta alianza. Tan solo un día después, el gobierno cubano dio respuesta al interés de México, anunciando que de manera unánime los países habían aprobado la reincorporación de México al bloque. Apenas tres días más tarde, la cancillería mexicana publicó un comunicado de prensa que señalaba: “México llevará a cabo un análisis de la agenda del Grupo para encontrar aquellos espacios donde México pueda contribuir… Este ejercicio de identificación de temas resulta necesario previo a transmitir la solicitud de participar activamente en los debates del G77 más China”. ¿Por fin, queremos o no queremos? ¿Llamamos a la puerta, nos la abren y nos hacemos a un lado? ¿Siempre no? ¿Tenemos dudas?

En una conversación reciente con un alto funcionario de Estonia, este me decía que la noticia de la participación de un contingente ruso en el desfile cívico-militar de México el 16 de septiembre había sido noticia de primera plana en algunos diarios de su país. Para quienes insisten en pintar la participación rusa en el desfile como un acto sin la menor relevancia, quizás considerar que fuimos noticia de primera plana en otros países debiera hacerles reconsiderar. La discusión no es si Rusia había sido invitada en otras ediciones a marchar en el desfile o no, sino en qué condiciones se dio su participación este año. No es ningún secreto la flagrante violación que del derecho internacional y de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas está haciendo Rusia con la invasión a Ucrania. De hecho, México la ha condenado correctamente ante la ONU. ¿Qué hacemos entonces invitando a casa a un ejército cuyas acciones hemos “condenado” frente a la comunidad internacional?

La clara visión que existe entre muchos de los integrantes del Servicio Exterior Mexicano contrasta con la miopía de Palacio Nacional. Y lo más triste no solamente es que se ha decidido ignorar las opiniones y consideraciones de diplomáticos de carrera, sino que además se les desprecia hasta en su vida privada. El hecho de que 185 diplomáticos y sus respectivas familias estén varados en Ciudad de México porque no hay fondos suficientes para echar a andar el programa de rotación de miembros del Servicio Exterior Mexicano es muestra de ello. Algunos diplomáticos mexicanos incluso han decidido renunciar a su derecho de menaje de casa, una de las pocas cosas que los acompañan en su andar por el mundo. Una absoluta falta de respeto a la labor diplomática.

Hoy, mientras los fuertes cambios geopolíticos nos presentan marejadas, el timón del Estado mexicano anda extraviado, el barco navega sin faro, no tiene herramientas y su tripulación ha sido vapuleada.

Fuente: eluniversal.com.mx