La trascendencia de los debates entre candidaturas

Un debate es un intercambio de puntos de vista, que consiste en la confrontación de ideas y opiniones diversas sobre un tema determinado, cuya finalidad principal es plantear, exponer, y conocer diferentes posturas y argumentaciones sobre un tema específico.

Por su parte, un debate político electoral es aquel en que las candidaturas a un cargo de elección popular discuten sus posiciones, ideas y propuestas sobre diversos temas relevantes para la sociedad. Las y los candidatos pueden presentar y defender sus planes de gobierno, y responder preguntas y comentarios de otras candidaturas, periodistas y/o ciudadanos.

El primer debate electoral moderno conocido se llevó a cabo en Estados Unidos en el año 1858, entre los candidatos al Senado de Illinois, Abraham Lincoln y Stephen A. Douglas. Los debates se centraron en temas como la esclavitud y la extensión de los derechos civiles, y se realizaron en siete ciudades diferentes del estado.

Los debates electorales tienen objetivos de gran trascendencia, como, por ejemplo, fomentar la discusión y el intercambio de ideas entre los candidatos, proporcionar información sobre los candidatos y sus planes de gobierno al electorado, mostrar a los votantes la capacidad de los candidatos para pensar críticamente y responder a las preguntas de manera efectiva, entre otros.

Los debates se han convertido en parte de la cultura política y, actualmente se encuentran regulados en la ley electoral y son obligatorios para candidatas y candidatos.

El artículo 218 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, establece que durante las campañas presidenciales es obligatorio celebrar al menos dos debates entre las y los candidatos; para tal efecto, el Consejo General definirá las reglas, fechas y sedes, respetando el principio de equidad entre las y los candidatos; los debates obligatorios de las candidaturas al cargo de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, serán transmitidos por las estaciones de radio y televisión de las concesionarias de uso público.

Para el caso de las entidades federativas, los consejos generales de los Organismos Públicos Locales organizarán debates entre todas las candidaturas a Gobernador, Gobernadora o Jefe o Jefa de Gobierno de la Ciudad de México; y promoverán la celebración de debates entre candidaturas a diputaciones locales, presidencias municipales, Jefes y Jefas Delegacionales y otros cargos de elección popular.

Desde mi perspectiva, la realización de debates entre candidaturas de elección popular es de gran trascendencia, ya que pueden ayudar a ciertos electores que están indecisos, a despejar dudas sobre un candidato o candidata, e incluso, para cambiar su intención de voto, ya que las y los candidatos no solo se centran en sus propuestas de gobierno, sino también dirigen sus discursos hacia las partes más vulnerables de sus adversarios; además de informar a la opinión pública sobre quienes son, y qué es lo que pretende realizar, si es que resulta electo o electa en las próximas elecciones. En general, la realización de un debate se trata de un buen ejercicio de la democracia y la libertad de expresión.

Magistrada del Tribunal Electoral del Estado de Puebla y presidenta de la Asociación de Tribunales Electorales de la República Mexicana

Fuente: puebla.contrareplica.mx

Síguenos en Twitter

Síguenos en Facebook

Notas relacionadas

Comercio exterior, virtudes y retos 

Comercio exterior, virtudes y retos 

México es el principal proveedor de equipo de transporte de EU y el segundo después de China en equipo de computación, aparatos eléctricos, maquinaria y equipo.

Los riesgos tras una pantalla

Los riesgos tras una pantalla

A diferencia de quienes crecimos con la posibilidad de jugar en las calles, la gran mayoría de niñas, niños y adolescentes en México, hoy están atrapados entre las cuatro paredes de sus casas

La lucha de las mujeres para votar y ser electas

La lucha de las mujeres para votar y ser electas

Dos mujeres se presentaron como candidatas a la Presidencia de la República, resultando electa Claudia Sheinbaum Pardo, la primera mujer en el máximo cargo de representación popular del ejecutivo federal en la historia de México.